Si me siento a esperarte en el piano, mi mente toca melodías conjuntas y
tu voz se pierde en una sola de mis pupilas, buscando el color azul que no tienen
las tuyas, y se enrredan como una espiral que cae en un abismo que solo es hipnotismo. Todo esta previsto, todo esta formandose como si hubiera sido etereo, y se va emplastando visceralmente, recorro las estaciones poco a poco con mis dedos por los lunares de tu antebrazo, me fijo en tu boca y te escribo poesía, vomito mi alma para que sea tuya, mientras me miras, y me miras, y que me coman tus ojos, pasa a ser el canivalismo más perfecto, mientras suspiras vagas constelaciones que se pierden detrás de la ventana. Fuera hace frío, pero dentro todo enmudece entre azules.
No hay comentarios:
Publicar un comentario