#03

Yo solo quería saber que si me perdía en tus ojos no moriría ahogada. Y tú me respondiste sin la voz, acariciando mi boca con la suave textura de tu dedo corazón. Me acoste en tu espalda, deambulando por tus tatuajes en blanco y negro, dejandome enrredar por tus lunares que me parecieron una galaxia todavía sin descubrir. Te acercaste como en un abrazo invertido, amoldando mi respiración a tu cuello practicamente turbio. Yo parpadeaba despacio, tus pupilas se iban dilatando. Me quede un rato ahí, pensando en el frío y en lo mucho que me gustaba que hiciera cuando estaba contigo. Me hiciste voluble, y yo me deje. Intenté explorarte de mente en adelante, y tú como protegiendote, te hiciste el invencible. Yo me reí de tus enfados, y te puse buena cara. Tu me regalaste un beso de esos que parece que no saben a nada. Te acercaste a mi oido, me susurraste despacio, como si fuera un secreto, que me querias demasiado.