Mañana hace un mes que coji un tren y dos aviones dirección Kayseri. Para vivir una semana en un apartamento con baños raros y gente divertida. Fué una semana dura, por el curso y por el idioma, pero también tuvimos tiempo de hacer amigos y de disfrutar aunque fuera un poco de ese maravilloso país. El mejor día fué Capadoccia, sin ninguna duda, creo que todos estabamos emocionados por lo que ibamos a ver, y creo que todos nos quedamos cortos en cuanto a las expectativas de aquel sitio. Era increible respirar alli arriba y ver el paisaje, encima se puso a atardecer, ese día había estado nublado, y se disiparon las nubes y se vio como se ponia el sol, fué mágico todo se cubrio de una luz rojiza y calida. Y todos estabamos boquiabiertos con esa sensación de estar en lo más alto viendo un paisaje asi. Después hubieron muchos momentos, como el día que fuimos a plantar arboles, fué algo muy emotivo porque ahora pienso que yo plante cinco arboles que ahora estan alli en Turquía y son como una pequeña parte de mi alli. O el día que hicimos actividades con gente discapacitada, hubieron problemas con la comunicación oral pero visualmente todos estabamos sonriendonos unos a otros con nuestros ojos. Estuvimos pintando en el cesped, Riccardo un chico italiano toco música con su guitarra, y después la gente de Turquía se animo a cantar canciones de alli. Fué genial porque no parecian haber barreras. Otro momento que recuerdo, algo más formal, es el curso. Era un curso intensivo, porque apenas nos dejaba mucho tiempo para poder salir a visitar el lugar, pero era divertido y instructivo, habían actividades de estas tontas que verdaderamente te ayudan a comprender algo. Y además había una sensación muy especial entre todos, un vínculo fuerte, como si nos conocieramos de antes. La gente era extremadamente amable y buena. Estabamos riendo siempre e intentando hablar sobre nuestra cultura, nuestros hábitos, nuestro país, costumbres... todo lo que nos viniera a la cabeza. Nos hicimos amigos enseguida. Yo recuerdo especialmente a Silvia y Emiliano, les coji mucho cariño por que además hablaba con ellos en castellano (eran italianos) cosa que realmente me ayudaba a seguir cuerda entre tanto inglés. Otra persona era Ariadna, me recordaba mucho a una amiga mia, igual de loca y divertida. También estaban Maria, mi compañera de habitación griega y Veronika también compañera de habitación de Slovakia. Todos me sorprendieron mucho, para bien. Fué genial vivir este viaje con todos ellos, fueron mi familia durante una semana, a muchos kilometros de España y me hicieron sentir como en casa.
Gracias a todos, a todos los que formaron parte de la experiencia Turquía 2011.
Ojala nos volvamos a ver en esta vida, aunque no sea todos juntos, me gustaría volver a ver muchas caras y repetir nombres que en un principio sonaban raros y ahora son familiares.
Teşekkürler


No hay comentarios:
Publicar un comentario