Había preferido pensar en otras circunstancias, aquel mapa etéreo de su piel se blandía entre el césped como si estuviera soñando consigo mismo. Me acerqué silenciosa y me arrodille a unos pocos y débiles centímetros. Apoye mi fría mano sobre su inquieta espalda, con miedo a que despertara, y cerré los ojos sintiendo como sus latidos llegaban hasta los míos. Recordé un verso olvidado, que llego a mi una mañana de casi Abril, "nostalgia es saber, que en mis oídos suena el tic tac en punto de tu sangre" y aquello fué, sin que yo lo supiera, nostalgia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario