
No creo que exista una sola palabra para definirte, ni a tí, ni a todo lo que despiertas. Si algo me llevo de la vida, es una hermana más, una mano a la que agarrarme, una voz que me haga volver a darme cuenta de las cosas, un abrazo, una risa. Creo que nacimos predestinadas a ser lo que hoy somos y todo lo que hemos sido durante tantísimos años. No creo que exista un espacio donde poder hablar de tí. Pero creo que si en cierta parte podemos poner nombre, creo que la palabra sería atemporal, y no hay nada que me alegre más que saber que todo esto no tiene fecha de caducidad. Gracias, por todos los momentos que hemos pasado juntas y por todas esas cosas cursis y repetitivas que todo el mundo pone. Tú ya sabes el resto. Te quiero mucho hermanita.
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