Pages

El color de tu pelo

Tenía los ojos marrones, pero no eran comunes, y el pelo oscuro, no como la noche, seguro que más, caminaba cabeza abajo mientras un aire le cubria las mejillas y se las ponía coloradas, a juego con la naríz. Hacía frío, un frío de Agosto, y era tarde, o temprano para la mañana. Paseaba sus pupilas de arriba abajo del asfalto, como queriendo encontrar arena. Habian nubes invisibles que ayudaron a que empezara a llover despacio. No se movio, ni me moví, quise ser una gota y estrellarme contra sus mejillas, mientras él comprendia que hay vida que se puede escapar por los ojos, aunque sean marrones. Salio un sol de dos de la tarde, y bosteze bajito, se dio la vuelta, me miro de cerca, y me susurro como si hablara para él mismo ;
- Si no fueras rubia...
- Si no fueras moreno...
Y anochecio de nuevo.

1 comentario:

  1. desencuentros...

    siempre. Mucho de poético hay en ello. Y tu texto lo demuestra

    ResponderEliminar