Estaba pensando en esa mágica ocurrencia, cuando se mueren las gotas de lluvia en la ventana, y su rastro frío recorre el cristal cada vez más débil, a veces pienso que es injusto y me quedo mirandolas embobada mientras luchan por sobrevivir. La calle está vacía y solo existe el ruido de las gotas explotar, cada vez más rápido en las paredes y el tejado. Me siento en la cama y me pierdo en un libro, como si el tiempo no pasara cuando esta lloviendo.
Como si la soledad de las gotas que se desangran mientras se arrastran enfriara los deseos de que el tiempo pase...
ResponderEliminarsuele pesar, y pasar.