Pages

.

Las cosas que no elegimos son siempre las que más duelen, esas palabras que despiertan nudos invertebrados en la traquea, ese dolor de cabeza que cierra los párpados lentamente. Una mañana lluviosa desde la cama, queriendo morir en ella. Las personas que no elegimos son siempre las que más duelen. Los vacíos de su hiriente indiferencia, sus vocablos apuñalando verdades, bruscamente.
Los hechos que no elegimos son siempre los que más duelen, la espontaniedad de un beso incendiario, el roce de un brazo contra otro, sin querer. Las cosas que no elegimos son siempre las que más duelen, por que, a veces, son elegidas inconscientemente para ello.

1 comentario:

  1. Esto es una declaración de intenciones en toda regla: Me he colado casi de puntillas por este espacio tan tuyo y lo cierto es que hay cosas que me recuerdan a algo tan mío.
    Será porque soy un 90% tristeza pero sigue regalándonos cosas como está. Porque yo tengo decidido deleitarme en ellas.

    ResponderEliminar